Practicar cualquier deporte siempre es una actividad saludable para el cuerpo y la mente. Los beneficios de realizar ejercicio con una regularidad moderada están fuera de toda duda: se contribuye al mantenimiento de un buen estado general de salud y ayuda a sentirse sano y tener vitalidad.
Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo un 43% de escolares -menos de la mitad- dedica cinco o más horas a la semana a la realización de actividades deportivas. Una cantidad por debajo de la ideal, ya que el organismo internacional recomienda como mínimo 1 hora diaria para lograr beneficios asociados a la salud.
Lo ideal es desarrollar el hábito deportivo desde una edad temprana para que el niño crezca en plenas facultades. Y uno de los deportes ideales para lograr este objetivo es el pádel, una actividad que cada vez cuenta con un mayor seguimiento entre los niños menores de 16 años.
Una de las grandes ventajas del pádel respecto a otros deportes es que puede ser practicado por todo tipo de personas, incluidos los chavales más pequeños, que solo necesitan coger una pala, calzarse unas zapatillas y devolver la bola al otro lado de la pista.
Desde hace varios años, las marcas cuentan en su catálogo con todo tipo de productos para el público infantil: palas, zapatillas, ropa… La oferta de palas para niños y para niñas es muy abundante, con un amplio abanico en el que se pueden encontrar desde modelos muy baratos, por apenas 30 euros, a otros más costosos, que pueden superar los 100 euros.
Además, el pádel tiene muchos puntos a su favor para practicarlo desde una edad temprana: se aprende de una manera sencilla, es más asequible económicamente que otros y es fácil progresar en poco tiempo.
Los beneficios para los niños que practican pádel empiezan por ayudar a prevenir el sobrepeso y la obesidad, uno de los mayores problemas de la sociedad actual, pues el 26,1% de la población escolar sufre sobrepeso y el 19,1%, obesidad.
Además, contribuirá a prevenir enfermedades que pueden aparecer más tarde en la vida adulta (diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares…) y ayudará a los niños en su desarrollo físico y social.
A través de la práctica de este deporte, pueden comprender la importancia de ciertos valores como el compañerismo, la superación, capacidad de sacrificio o el juego limpio. Valores que le harán crecer como persona, aportando madurez personal.
Además, el hecho de practicarse en pareja hace del pádel una fuente de socialización continua. El trabajo en equipo les permitirá aprender la importancia de sacrificarse por el otro con la idea de conseguir objetivos comunes.
La tolerancia a la frustración también se verá desarrollada, pues los chavales comprobarán muy pronto que no siempre se puede ganar y que perder formar parte del juego. Alcanzar objetivos requiere de un proceso de aprendizaje, sacrificio y esfuerzo en el que comprenderán que no todo se puede alcanzar de manera fácil e inmediata.
En resumen, el pádel ofrece una oportunidad inmejorable a los niños de introducirse en una alternativa de ocio sana, con todos los beneficios que ello conlleva y que además pueden compartir con amigos y con los familiares.
Terminamos a modo de síntesis con los beneficios más importantes en el pádel:
Beneficios fisiológicos
- Aumento de la coordinación general y específica
- Aumento de la fuerza muscular
- Lucha contra el sedentarismo (previene obesidad y sobrepeso)
- Gasto calórico (liberación de endorfinas)
- Mejora del estado de ánimo
Beneficios motrices
- Correcto desarrollo corporal
- Mejora de la coordinación general dinámica
- Aumento de la coordinación óculo-manual
- Mejora de la coordinación general dinámica
- Mejora del desarrollo psicomotriz
Beneficios psicosociales
- Mejora del autocontrol de las emociones
- Mejora de la autoestima y del estado de ánimo
- Sensación de bienestar
- Proporciona diversión, es fuente de placer
- Desarrollo de trabajo en pareja: colaboración, ayuda, saber competir…
- Aprehensión de valores como superación, voluntad, capacidad de sacrificio, juego limpio
- Previene el exceso de tiempo dedicado a alternativas lúdicas sedentarias y pasivas
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