Pasión por Pádel Adaptado: un historia narrada en primera persona.

Valores intrínsecos del Pádel Adaptado: un historia narrada en primera persona.

Si se me permite, esta narración la voy a hacer en primera persona, contando mi historia con el pádel adaptado, lo que es para mí y lo que ha influido en valorar más nuestro querido deporte, espero la disfruten. 

Fue hace más de 10 años, en un torneo benéfico en la Universidad de Alcalá de Henares para una asociación, para mí, en aquella época totalmente desconocida, ASPADO, donde descubrí el pádel adaptado, no les voy a engañar, poco o nada sabía sobre discapacidad, como para saber lo que era el deporte adaptado. Se hizo una exhibición de pádel en silla de ruedas, participaron en el torneo chicos de la asociación y en ese momento la cabeza me hizo “click”, me gustaba lo que veía. Por aquella época era Óscar Cabellos el profesor de la escuela que había en el mismo club, mi club, mi segunda casa y ya me despertaba curiosidad, por lo que decidí hacer el curso, allí además de conocer a grandes profesionales y bellas personas descubrí que era un mundo que debía conocer más. Coincidió que en aquella época Óscar tuvo que dejar las clases y tuvo que venir Carlos a sustituirle, como dije antes, iban a mi club, cosa que aproveché para decirle a Carlos, si podía ayudarle. Este accedió rápidamente a decirme que sí y no solo eso, a darme la oportunidad de llevar la escuela de Alcalá. 

Pues bien, llego el día, la primera clase, ¡qué nervios! porque los nervios que sientes el primer día son inexplicables, yo nunca había sentido esa responsabilidad con otras cosas en mi vida, quería hacerlo muy bien, que todo estuviera atado, que nada me sobrepasara y rápido me llevé la primera cura de humildad, los chicos hicieron que se me pasaran las dos horas y quince minutos más cortos de mi vida, me llevaron ellos a mí y su cariño desde el primer día me hicieron comprender, una vez más, que tenía que tener ese vínculo

Más adelante, y por circunstancias que no vienen al caso, tuve que dejar la asociación y empecé a trabajar con una asociación local, APHISA, daba igual con quien, los chicos eran los mismos y ya no me podía desvincular de ellos, hasta el día de hoy, que ya no les doy clases, pero volveré, tengo muchas ganas. 

Y más allá de mi vida con el pádel adaptado, quédense con este párrafo, lo que me proporcionaron, valores como el compañerismo, las ganas de progresar, el esfuerzo, la pasión, el amor, la alegría, la diversión y un largo etc. Valores que me enseñaron que lo bonito de la vida son estos pequeños detalles, ver a una persona querida, disfrutar de tu hobbie, abrazar a alguien o sacar una sonrisa. Valores que siempre transmitiré a mis alumnos. 

Recordad, solo pasamos una pelota por encima de la red, y como dijo Seneca
“Es agradable ser importante, pero más importante es ser agradable “ 
¡Mil gracias a las asociaciones que me dieron la oportunidad de enseñarme tanto!


Ángel González

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