El Pensamiento Táctico en los deportes colectivos (Pádel) por Mariana Pérez Titoy.

El Pensamiento Táctico en los deportes colectivos (Pádel) por Mariana Pérez Titoy en PlanetaPádel Web

Durante la práctica de los deportes colectivos, los jugadores realizan una infinidad de acciones complejas: correr, saltar, frenar, cambiar de dirección, esquivar, etc.

Estos movimientos no están aislados del entorno sino que dependen de múltiples factores a los que el jugador tiene que prestar atención: adversarios, compañero, bola, estrategias, marcador, público.

Los entrenadores debemos ayudar a poner orden a todo este maremágnum de informaciones que llueven sobre los jugadores de forma que puedan pensar y actuar de la manera más adaptada y acertada posible. Mediante el entrenamiento de la técnica y táctica individual el jugador puede conocer los elementos más relevantes del juego, prestar atención y resolver acertadamente cada vez que analiza e interpreta el entorno en que se encuentra.

Entendiendo el pensamiento como el proceso cerebral que nos permite re-conocer y manipular acontecimientos, vemos que ese mismo proceso tiene lugar en la práctica de cualquier deporte.

Si analizamos detalladamente estas acciones podemos observar la actuación de los jugadores en tres momentos diferentes:

02a1- Cuando percibe la información.

2- Cuando elabora la información y decide lo que tiene que hacer.

3- Cuando realiza aquello que ha pensado.

La mayor parte de la información la perciben los jugadores mediante la vista. Las señales visuales son las más importantes para aprender a actuar con corrección.

La información recibida por la vista es seleccionada en un primer momento gracias a la atención, con el objetivo de no dar al cerebro un exceso de información. Los buenos jugadores aunque ven muchas cosas sólo se fijan en los detalles de aquello más importante mientras que los jugadores principiantes ven menos cosas y no siempre saben distinguir lo importante de lo accidental.

La información seleccionada es comparada con la de algunos escenarios anteriores que hayamos resuelto. En el caso de encontrar alguno similar, adoptamos la solución que en un pasado nos dio buen resultado. Si no conocemos ninguna, porque se trata de un escenario nuevo, entonces hacemos una propuesta combinando varias de las respuestas (o parte de ellas) que en aquel momento consideramos más parecidas al contexto de juego planteado. En esta primera toma de decisiones lo que hacemos es seleccionar el objetivo de nuestra actuación (ángulos, direcciones, potencia de ejecución, etc.).

Una vez hemos decidido lo que queremos hacer, repetimos el procedimiento con nuestro repertorio de gestos técnicos, para resolver gestualmente la acción de juego.

Es decir, volvemos a buscar alguna situación pasada que nos haya dado resultado. Si la tenemos, la usamos; y si no, con nuestra coordinación, improvisamos una acción nueva.

Desde esta forma de entender la actividad de los jugadores, la técnica está relacionada con la forma en que hacemos las acciones, y la táctica está relacionada con la toma de decisiones, al escoger de realizar una y no otra acción en función de la actuación de nuestro compañero y los adversarios.

Aunque hemos visto una explicación muy simplificada sobre cómo piensan y actúan los jugadores, la situación real no es tan sencilla: las acciones no se realizan de manera aislada sino que se encadenan unas después de las otras y en muy poco tiempo. De hecho, los jugadores expertos, mientras están realizando una determinada acción, ya están evaluando su entorno y están decidiendo cual será la siguiente que harán. Eso sólo es posible cuando los jugadores son capaces de independizar la vista del control de la técnica, de manera que no les hace falta mirar sus movimientos, para controlarlos, sino que el control de estos recae sobre los sentidos interoceptivos (especialmente el kinestésico).

De todas las informaciones en que el jugador se tiene que centrar, hay dos que destacan por encima de las demás:

- la acción de los adversarios.

- la acción del  compañero.

Y estas dos son las que definen precisamente los conceptos tácticos.

El pensamiento no solo sirve para resolver los problemas que nos plantea el entorno, sino también para proyectar nuestro juego en el. Hay por lo tanto, tres niveles de actuación:

- el reactivo, en el que solucionamos los problemas que presentan los adversarios y el medio en que nos desplazamos,

- el anticipativo, que depende en gran medida de nuestras posibilidades, capacidades y puntos fuertes, y

- el estratégico, que tiene en cuenta los factores ambientales y competitivos más elevados y a más largo plazo

Enseñar a PENSAR a los jugadores no solo es posible sino que es uno de los retos de cualquier entrenador. Ello supone un trabajo previo a la sesión y al diseño del entrenamiento.

Gracias a Mariana Pérez Titoy por compartir con toda la Comunidad Planeta Pádel sus artículos y reflexiones.

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