La “mina” del pádel. ¿Se está exprimiendo hasta el agotamiento este mercado?

padel red y jugador general

“CADA VEZ SE VENDEN MÁS PALAS DE PÁDEL PERO EL SELL OUT DE MODELOS DE COLECCION ESTA MUY MATADO”. Esta valoración la realizaba ayer a CMD un relevante detallista del mercado español del pádel. Según añadía, “la gente anda loca por las ofertas y lo que busca principalmente es el precio y en esa fiebre han caído todos. Hasta los proveedores”.

Otra detallista, de Madrid, reconocía que el “consumidor de palas de pádel es muy compulsivo, menos técnico que el de tenis al cual hay que venderle los productos mediante argumentos pues el precio no es tan determinante”. Esta minorista añadía con convicción que “al comprador de tenis no se le embauca tan fácilmente como al de pádel”.

Ante estas afirmaciones le pregunté quién era el responsable de esta situación: el propio consumidor, los detallistas especializados, los detallistas multideporte, las grandes superficies, los proveedores, los clubs, los monitores, las webs, las webs outlet... Y me dí cuenta, sólo con la enumeración de actores que intervienen o pueden intervenir en el proceso comercial, que el pádel es uno de los mercados más ‘ricos’ en este aspecto. Aquí aparecen intermediarios o posibles intermediarios hasta de debajo de la red.

Prisas

Mucha gente, en definitiva, presta a sacar oro de una mina que, sin duda, goza de mucho potencial pero que es tanta el ánsia de los ‘mineros’ por exprimirla que, desgraciadamente para este mercado, se detecta cada vez mayor precipitación, sobre todo, por las ‘extracciones fáciles’. Y lo fácil, especialmente en los tiempos que corren, es jugar al factor precio. Por eso el detallista que aludía al principio se lamenta de que se vendan tantas palas de pádel en España “pero la venta de los modelos de colección está muy matada”.
El mercado español del pádel está sobredimensionado. O, al menos, ofrece indicios de ello. En todos los sentidos. Demasiadas palas. Demasiadas marcas. Demasiadas tiendas. Demasiadas webs. Demasiados monitores.... Demasiados precios. Ah! Y a la proliferación de palas añádase el boom de las colecciones textiles y de calzado específicas para esa disciplina con las que, con distinta suerte, amplían sus líneas de producto las llamadas marcas auténticas del pádel.

Nula organización

4886718892_d1a212ce0a_bPero aquí, en el pádel, nadie vertebra ni organiza. Se intentó en su día pero la cotidianidad acabó eclipsando aquellas buenas intenciones de planificación. Porque lo que siempre ha imperado en el pádel, como en otros subsectores del mercado deportivo, es que cada uno, y sobre todo en la actual coyuntura, está demasiado ocupado en salvarse de la inevitable criba que el mercado está haciendo. Una criba que ya está dejando traslucir que las marcas originarias del pádel ya no tienen garantizada su superviviencia en nombre de sus orígenes auténticos.

Ya hace tiempo que se hacen ‘quinielas’ sobre quiénes van a salir del tunel donde estamos. Cada vez, asimismo, se constata de un modo más fehaciente que las declaraciones de ventas anuales alcistas se vuelven más en contra porque, tarde o temprano, hasta los mismos que declararon aumentos de “doble dígito” se acaban tropezando con su propia mentira al año siguiente o sólo unos pocos meses después. Los datos del Registro Mercantil en eso son inapelables.

Avance imparable de las firmas originarias del tenis.

Y, mientras numerosas enseñas de las auténticas del pádel empiezan a ir con el agua al cuello (o ya llevan algún tiempo en esa situación), algunas marcas originarias del tenis (unas pocas, no todas, por el momento) le pegan cada vez más fuerte a esto del pádel. Y empiezan a ganar cuota de mercado o a consolidarse en el posicionamiento que llevan años fraguándose. Con dosis de notoria discreción evitan los aspavientos y apuestan por el trabajo silencioso y las cifras comprobables. Es el hábito de la experiencia en otro mercado que, como afirmaba la detallista madrileña, es menos compulsivo, es más técnico, más empresario y menos negociante; en definitiva, que trabaja con igual pasión pero sin precipitaciones y sólo con las subidas a red imprescindibles.
El detallista que se quejaba de lo “matadas que están en estos momentos las ventas de modelos de colección” me manifestaba ayer sus pronósticos: “sin duda, en unas campañas, el pádel será de las marcas del tenis. Y si este deporte alcanza, de verdad, su internacionalización, la supremacía de esas marcas va a ser todavía más contundente y ello podría acelerar aún más la caída de muchos de los sellos auténticos del pádel”.

Gracias a: Jordi Maré.

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