Electroestimulación Muscular: ¿Qué es y cómo se realiza?

¿Qué es la electroestimulación muscular?, ¿Para qué sirve?, ¿Cuándo y cómo se usa?, ¿Para quienes está recomendada?, ¿Qué protocolos hay que seguir?, ¿Cuales son los beneficios principales de esta nueva tecnología...?.

Estas y muchas otras preguntas venían agolpándose desde hace mucho tiempo en mi cabeza. La curiosidad me ha hecho plantearme redactar un post, el que te encuentras leyendo en estos momentos, para poder reflejar de forma amena los puntos claves de esta técnica.

La electroestimulación es una innovación tecnológica de gran ayuda en la mejora de la salud, así como en el rendimiento deportivo, también para la recuperación funcional en caso de lesión (ya sea en deportistas como en personas sedentarias).

Lo curioso del tema que tenemos hoy entre manos es que muchos pensamos que la electroestimulación es un descubrimiento actual muy novedoso. Nada más lejos de la realidad...
ya en el antiguo egipto era conocida la existencia de una corriente natural, como lo demuestra el encuentro de un grabado de un pez eléctrico en una tumba datada del 2750 a.c.
El primer protocolo de electroterapia se remonta al 46 a.c. cuando Scribonius Largus escribe: "Para todo tipo de gota se debe colocar un pez torpedo vivo bajo el pie del paciente...".

La realidad es que la aplicación de determinados programas de EEM (Electroestimulación Muscular), resulta muy eficaz en contracturas, dolor en cervicales y/o lumbares, codo de tenista, piernas pesadas, calambres...

El aumento en el rendimiento deportivo alcanzado con la electroestimulación son sorprendentes, ello hace que su uso sea cada vez más extendido en el deporte. Los estudios así lo demuestran.

BENEFICIOS DE LA EEM (Electroestimulación muscular):

- Aumento del tono muscular localizado (gluteos, abdominales, muslos...)
- Mayor volumen muscular que con el entrenamiento de sobrecargas.
- Mayor aumento de la fuerza explosiva.
- Excelente masaje y adecuada recuperación de lesiones (contracturas...).
- Regeneración y oxigenación de los tejidos.
- Desaparición o reducción del dolor (lumbalgias, epicondilitis...)
- Aumento de la resistencia local por la transformación de las fibras intermedias en lentas.
- Disminución de lesiones y/o fatiga en deportistas.
- Ganancia de tiempo para dedicarlo a la técnica.

Todos estos beneficios resultarían dificiles de creer si los resultados no estuvieran avalados por publicaciones e investigaciones de reconocido prestigio y carácter científico.

En cualquier caso, cuando hablamos de electroestimulación, los resultados no se obtienen por arte de mágia. La electricidad no tiene virtudes particulares capaces de mejorar el estado de los tejidos vivos y del músculo en concreto. La electricidad provoca el fenómeno natural de la excitación del nervio a lo que las fibras musculares responden con una unidad de trabajo, una sacudida, que sumada a otras, a una cierta frecuencia provocará una contracción. Por tanto la EEM es un medio de imponer a las fibras musculares un trabajo, y estas progresan gracias a estos estímulos.

Es importante destacar que únicamente haciendo trabajar un mínimo número de fibras conseguiremos lograr los resultados buscados. Si sólo trabajan las fibras de la superficie, los resultados serán también superficiales. Hacer trabajar el máximo número de fibras es la principal función de la electroestimulación.

¿CÓMO ACTUA LA ELECTROESTIMULACIÓN?

Para entender la acción de la EEM debemos compararla a la acción muscular voluntaria. La electroestimulación envía el estimulo directamente a la placa motora y logra el mismo resultado que de forma mecánica: la contracción de las fibras.

La EEM permite hacer trabajar selectivamente unas fibras u otras. El parámetro que permite seleccionar el tipo de fibras a reclutar es la frecuencia del estímulo, esta se mide en Hercios "Hz". La frecuencia representa el número de impulsos por segundo. Por tanto en función de la frecuencia que apliquemos obtendremos resultados distintos.

EFECTOS DE LAS DISTINTAS FRECUENCIAS:

1 a 3 Hz
Efecto descontracturante y relajante. Ideal para contracturas musculares.

4 a 7 Hz
Aumenta la segregación de endorfinas y encefalinas, logrando una disminución del dolor y la ansiedad.

8 a 10 Hz
El aumento del flujo sanguíneo es máximo, se multiplica por cinco, proporcionando un verdadero drenaje venoso al mismo tiempo que linfático.

10 a 33 Hz
Recluta las fibras ST, Lentas (tipo I) y aumenta la resistencia de las mismas. Se aumenta el tono muscular y mejora la resistencia muscular localizada.

33 a 50 Hz
Se solicitan fibras intermedias, concretamente las IIa. Logra el mayor aumento de resistencia a la fatiga, es ideal para deportes de resistencia.

50 a 75 Hz
Se estimulan principalmente las fibras intermedias tipo IIb, proporcionando un aumento de la fuerza y de la resistencia localizada.

75 a 120 Hz
Se consigue una supratetanización de las fibras FT, rápidas (tipo IIm). Las mejores en fuerza y en explosividad son mayores incluso que las conseguidas con esfuerzos voluntarios.

En muchas disciplinas deportivas han comprobado los beneficios de la EEM, disminuyendo incluso las lesiones.

La eficacia de la electroestimulación está relacionada con la intensidad aplicada, a mayor intensidad más número de motoneuronas activadas. Pocos electroestimuladores tienen una onda bifásica y rectangular. Las investigaciones demuestran la efectividad que tienen este tipo de impulsos. Por tanto a la hora de adquirir un aparato debemos cerciorarnos de que cumple este parámetro.

Próximamente, en planetapádel, iremos indagando más a fondo sobre la electroestimulación y sus numerosos usos. Lógicamente el pádel también es un deporte que en la actualidad comienza también a aprovechar los conocimientos y aplicaciones volcados en otras disciplinas deportivas.

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